Alfabetización en salud y mortalidad
Por Alejandra Folgarait
A la hora de tratar una enfermedad cardíaca, a veces no basta con el diagnóstico correcto y la prescripción de fármacos o los cambios en el estilo de vida. Antes que nada, es preciso que el paciente comprenda su situación, reconozca los síntomas de su enfermedad, adhiera a la medicación y mantenga una relación con el médico que le permita tomar decisiones sobre su salud. Esta capacidad cognitiva y social para procesar información médica–conocida como “alfabetización en salud” o health literacy, en inglés- es uno de los factores menos considerados pero más influyentes para evaluar el pronóstico de varias patologías, como la insuficiencia cardíaca.
Según un nuevo estudio sobre pacientes dados de alta después de una insuficiencia cardíaca aguda, los niveles bajos de alfabetización se asocian con una mayor mortalidad. El trabajo, publicado en el Journal of the American Heart Association, identificó 1.379 pacientes con un promedio de edad de 53 años, 41% de los cuales eran mujeres, a los que se les había suministrado el cuestionario BHLS a su ingreso al hospital.
El cuestionario Brief Health Literacy Screen (BHLS) fue desarrollado en 2004 y contiene una escala de cinco puntos para medir aspectos de la alfabetización en salud tales como la capacidad para entender información escrita, las dificultades para llenar formularios médicos y la necesidad de que un familiar ayude al paciente a leer folletos provistos por el hospital.
Un 23,5% de los pacientes con insuficiencia cardíaca aguda englobados en el estudio estadounidense obtuvieron puntajes bajos (menos de 9) en el cuestionario BHLS. Durante el seguimiento de 90 días tras el alta, los investigadores encontraron que el 30% de los pacientes había sido rehospitalizado y el 15% había vuelto a la guardia. Ni la rehospitalización ni la reconsulta se asociaron con el nivel de alfabetización en salud de los pacientes. Pero la mortalidad a los dos años sí fue mayor en quienes tenían bajo puntaje en el cuestionario BHLS. Un puntaje menor a la media se asoció con un aumento del 32% en la mortalidad a los 21 meses del alta.
“El mensaje para los cardiólogos es que siempre es importante la comunicación clara, pero más aún en la insuficiencia cardíaca”, señaló Candance McNaughton, investigadora de la Vanderbilt University y autora del estudio. “El tratamiento de la insuficiencia cardíaca puede ser complejo y difícil de entender”, subrayó. “Nuestro estudio sugiere que cualquier paciente sin una óptima alfabetización en salud (con un puntaje en el BHLS menor a 15) internado por insuficiencia cardíaca aguda debe contar con recursos adicionales de salud, asistencia, planeamiento al alta o coordinación de los cuidados para facilitar la transición desde el hospital al hogar”.
El cardiólogo argentino Enrique Fairman, miembro del Consejo Asesor del Consejo de Insuficiencia Cardíaca e Hipertensión Pulmonar de la SAC, considera que el estudio es interesante para poner el tema de la instrucción de los pacientes sobre el tapete. “Tenemos que concientizar a los médicos sobre la importancia de la educación de los pacientes, especialmente en el momento del alta, que es el de mayor vulnerabilidad”, enfatiza Fairman. “En general, en los centros hospitalarios es el médico el que tiene que explicarle al paciente y sus familiares qué tiene, qué no es conveniente que haga (por ejemplo, comer sal), qué ejercicios puede hacer, la necesidad de pesarse al levantarse, y los signos de alerta para consultar. De esta educación dependerá lo que haga el paciente si se descompensa tras el alta”, explica el jefe de Insuficiencia Cardíaca de la Clínica Bazterrica, de Buenos Aires.
“La alfabetización en salud va mas allá de la alfabetización general”, aclaran María Falcón Romero y sus colegas del Consorcio Europeo de Alfabetización en Salud. “Significa no sólo saber leer el prospecto de un medicamento o entender la información que nos facilita el profesional sanitario respecto a un tratamiento, sino que implica saber cómo acceder a la información adecuada, interpretarla, juzgarla y aprovecharla para tomar decisiones bien fundamentadas sobre nuestra propia salud y la de nuestra comunidad”, explicaron los expertos europeos.
Se estima que alrededor del 30% de la población de Estados Unidos tiene un bajo nivel de alfabetización en salud. Un estudio realizado en Buenos Aires, en 2007, reveló una cifra similar en pacientes que acudían al servicio de Clínica Médica del Hospital de Clínicas. La alfabetización en salud está fuertemente vinculada con el nivel educativo del paciente, pero no con su género, señalaron los investigadores argentinos.
En cuanto a la influencia de internet en la alfabetización en salud, la web puede resultar un arma de doble filo. Muchos sitios consultados por los pacientes ofrecen información inexacta sobre temas de salud, que pueden poner en riesgo su vida. De ahí la importancia de que los sitios online sobre salud estén a cargo de especialistas capaces de ofrecer conocimiento claro y confiable para que los pacientes y sus familiares puedan acceder, entender y aplicar la información médica a su vida.