Café: no es perjudicial para la salud
Por Alejandra Folgarait
A la hora de hablar de salud cardiovascular, el café suele tener mala reputación, ya que su componente principal –la cafeína- puede generar un aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial. Sin embargo, a lo largo de 2017 se acumularon estudios que muestran la cara benéfica del café. Las personas que beben café tienen menos probabilidad de sufrir diabetes tipo 2, enfermedades hepáticas, ciertos cánceres, enfermedad de Alzheimer y hasta de morir por enfermedades cardiovasculares.
Durante el último Congreso de la American Heart Association (AHA), realizado en California, se presentó un estudio que analizó, mediante la técnica de “deep learning”, datos del estudio Framingham y concluyó que, por cada taza de café adicional consumida semanalmente, disminuye 7% el riesgo de padecer insuficiencia cardíaca y 8% el riesgo de ataque cerebrovascular (ACV), respecto de quienes no toman café.
Por otra parte, según un nuevo análisis de más de 75 estudios científicos, publicado en el British Medical Journal, consumir hasta 400 mg de cafeína diaria (unas 4 tazas de café) no sólo es seguro sino que también reduce el riesgo de morir por cualquier causa (0.83, 95% CI 0.83-0.88).
Si bien no existen estudios científicos que permitan afirmar que el café es la causa de una mayor longevidad, los datos analizados por Robin Poole, de la Universidad de Southampton, y sus colegas muestran que, al menos, el café no aumenta el riesgo de enfermar de cáncer o el corazón. De hecho, la cafeína sólo aumenta el riesgo de fracturas en las mujeres (pero no en los hombres). Según el nuevo estudio británico, el consumo de café sólo debería ser limitado en las mujeres embarazadas, ya que aumenta el riesgo de partos prematuros y bajo peso en los recién nacidos.
En verdad, varios estudios ya habían mostrado una asociación entre beber café y una mayor sobrevida. Las personas que beben entre 3 y 4 tazas de café tienen un 18% menos riesgo de morir que quienes no consumen la bebida oscura, de acuerdo con un estudio realizado en personas de distintas etnias, publicado en Annals of Internal Medicine. Otro estudio, llevado a cabo en 10 países europeos y difundido en la misma revista científica, arrojó resultados similares: el consumo moderado de café se asocia con menor mortalidad general y también con menos muertes por enfermedades circulatorias en mujeres y por enfermedades digestivas en los hombres.
El café es una de las bebidas más populares del mundo. En Estados Unidos, el 50% de la población consume al menos una taza de café por día. En la Argentina, se estima que cada persona consume un kilo de café por año o 207 pocillos, en promedio. Pero la cafeína no sólo está presente en el café sino también en el mate, el té, algunas gaseosas y las llamadas “bebidas energizantes”.
Según la Oficina de Drogas y Alimentos (FDA) de los Estados Unidos, ingerir hasta 300 mg de cafeína por día no implica riesgos para la salud. Si bien hoy existen muchas formas de café en el mercado –con azúcar o torrado, instantáneo, en cápsulas, en grano verde, rojo y marrón- todos utilizan básicamente dos grandes variedades, la Arabica y la Robusta, cuyas semillas se tuestan. La primera es más ácida y tiene menos cafeína que la segunda, que es mucho más amarga. En general, se estima que una taza de café contiene unos 100 mg de cafeína, mientras que un café expreso contiene alrededor de 40 mg.
¿Por qué el café tiene efectos positivos en la salud? Los científicos no pueden decirlo aún con seguridad, pero apuntan a los compuestos antioxidantes y anti-inflamatorios que contiene el café, más allá de la cafeína. Con todo, hay que aclarar que existen diferencias entre el café filtrado y el conocido como “expreso”: mientras éste aumenta los niveles de “colesterol malo” (LDL) y de triglicéridos, el café filtrado parece no incidir sobre el colesterol. Hasta el momento, lo único cierto es que beber café en forma moderada no tiene efectos perjudiciales en la salud.