Empagliflozina: reduce la mortalidad cardiovascular en diabetes tipo 2
Por Alejandra Folgarait
Pocos fármacos han mostrado un beneficio tan marcado en estudios clínicos como la empagliflozina. Según publicó el New England Journal of Medicine, el nuevo medicamento del grupo de los inhibidores SGLT (sigla en inglés del cotransportador de sodio-glucosa) consiguió reducir significativamente la mortalidad en pacientes con diabetes tipo 2 y alto riesgo cardiovascular.
El ensayo clínico multicéntrico consistió en administrar empagliflozina (10 ó 25 mg) versus placebo a 7.200 pacientes que recibían cuidados estándar para su patología. El 30% de los participantes del ensayo, que se realizó en 42 países, estaban tratados con metformina o insulina, mientras que el 45% recibían una terapia hipoglucemiante dual (metformina más una sulfonilurea, o metformina más insulina). El 85% de los participantes recibía aspirina y el 75% tomaba estatinas antes de empezar el ensayo. La hemoglobina glicosilada (HbA1c) de los participantes era mayor al 8%.
Después de 3,7 años en promedio, los investigadores analizaron la muerte cardiovascular, el infarto de miocardio y el infarto cerebral (ACV) no fatales, entre otros resultados del estudio. Los pacientes con diabetes 2 que tomaron empagliflozina tuvieron un 38% menos de riesgo de morir por causas cardiovasculares que el resto. Además, ellos mostraron una reducción del 35% en hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca. El riesgo relativo de mortalidad general disminuyó también un 32% en el grupo que tomó el fármaco inhibidor de SGLT2.
En cambio, estos pacientes no obtuvieron beneficios significativos respecto del infarto de miocardio o el ataque cerebral (ACV) no fatal. En cuanto a los efectos adversos, quienes tomaron empagliflozina tuvieron más infecciones genitales y aumentaron levemente sus niveles de LDL.
“Los resultados del ensayo EMPA-REG OUTCOME son alentadores para los profesionales y sus pacientes”, señaló el cardiólogo Christopher Cannon, del Brigham and Women´s Hospital y profesor de Medicina la Universidad de Harvard. “Los pacientes de este estudio ya estaban siendo tratados con medicaciones para reducir eventos cardiovasculares. Por lo tanto, la observación de que la empagliflozina logró una reducción adicional en las muertes cardiovasculares es muy importante”.
Un editorial en NEJM advirtió que estos resultados se obtuvieron con pacientes en alto riesgo cardiovascular (la mitad había padecido un infarto de miocardio antes de empezar el ensayo, el 25% había tenido un ACV y tres cuartos tenían evidencias de enfermedad coronaria), por lo que no se sabe si los beneficios cardiovasculares observados en el ensayo clínico pueden aplicarse a los pacientes diabéticos que nunca tuvieron un evento cardíaco.
Nuevos fármacos
Los inhibidores SGLT2 son un nuevo grupo de fármacos que reducen la hiperglucemia a través de un mecanismo que disminuye la reabsorción de la glucosa por parte del riñón y aumenta su eliminación con la orina. De esta manera, bajan el nivel de azúcar en sangre.
Cada día, el riñón filtra unos 180 gramos de glucosa del torrente sanguíneo. Esta glucosa es luego reabsorbida por acción de los cotransportadores de sodio-glucosa (SGLT). Mientras los SGLT-1 reabsorben alrededor de un 10% de la glucosa renal, los (i) SGLT-2 reabsorben el 90% de la glucosa para devolverla a la sangre. Como los pacientes con diabetes tipo 2 tienen una expresión aumentada de los cotransportadores SGLT-2, reabsorben más glucosa, lo que contribuye a mantener su hiperglucemia.
Los fármacos inhibidores de SGLT2 –como la empagliflozina, la canagliflozina y la dapagliflozina- actúan de forma diferente a otros antidiabéticos orales. Al actuar exclusivamente sobre el riñón, disminuyen la glucemia, producen disminución de la presión arterial y pérdida de peso.
Los inhibidores SGLT2 se pueden utilizar solos o en combinación con otras drogas hipoglucemiantes, incluida la insulina. Se recomienda emplearlos junto con ejercicios y dieta apropiada.
“Los resultados obtenidos con la empagliflozina son realmente muy buenos, tanto a nivel metabólico como cardiovascular”, evalúa Isaac Sinay, endocrinólogo y asesor de la Unidad de Diabetes del ICBA. “Como otros fármacos del grupo de inhibidores SGLT2, la empagliflozina reduce un 0,8% la hemoglobina glicosilada; baja el peso de 2 a 4 kg en seis meses; disminuye la presión sistólica entre 2 y 4 mmHg y la presión diastólica, 2 mmHg”, agrega el especialista en diabetes. “Pero la empagliflozina es el primer fármaco de esta clase que muestra beneficios cardiovasculares. Esperamos que los otros inhibidores SGLT2 evidencien los mismos beneficios en los estudios que se están llevando a cabo en estos momentos”, dice Sinay.
Según advirtió la Oficina de Drogas y Alimentos (FDA) de los Estados Unidos, los inhibidores de la SGLT2 (canagliflozina, dapagliflozina y empagliflozina) pueden aumentar el riesgo de cetoacidosis (que se manifiesta con vómitos, náuseas, dolor abdominal, dificultad para respirar y cansancio). Recientemente, la FDA sumó otra advertencia, ya que se ha observado que los inhibidores de la SGLT2 también aumentan el riesgo de pielonefritis e infecciones urinarias graves.
“Las infecciones genitales son generalmente leves y los casos de cetoacidosis parecen coincidir con el uso del fármaco en pacientes con diabetes tipo 1, o en pacientes que usaban insulina y habían reducido mucho la dosis, o tenían comorbilidades. Hay que subrayar que los inhibidores SGLT2 están contraindicados en la diabetes tipo 1 y cuando hay reducción de la función renal”, informa Sinay.
Por el momento, en la Argentina se comercializan la canagliflozina y la dapagliflozina. Se estima que la empagliflozina llegará en otoño del año próximo al país.