SAC 2019: Premio Houssay al tratamiento de la isquemia mediante NAC, en ratones.
El infarto de miocardio preocupa en todo el mundo por su alta prevalencia y mortalidad. En la Argentina, mueren anualmente alrededor de 17.000 pacientes por infarto. El 40% de los pacientes isquémicos padecen dislipidemia, por lo que es urgente tratar los infartos para disminuir, en lo posible, su tamaño.
Según los autores del trabajo premiado, la isquemia seguida por revascularización puede, en algunos casos, provocar lesiones que se conocen como “injuria por reperfusión” e incluyen la disfunción contráctil, las anomalías metabólicas, los defectos subcelulares, la apoptosis y las arritmias. Estos cambios son consecuencia de los procesos patológicos que ocurren en el corazón durante la reperfusión, entre los cuales sobresale el desarrollo del estrés oxidativo cuando se restablece el flujo de oxígeno.
Para estudiar los daños miocárdicos producidos por la isquemia y reperfusión (I/R), los investigadores de la Universidad de Buenos Aires (UBA) utilizaron un modelo murino de corazón aislado. Así, mostraron que la utilización del antioxidante N-acetilcisteína (NAC) restituye el efecto cardioprotector generado por el poscondicionamiento cardíaco, y disminuye el tamaño del infarto en animales que padecen las primeras etapas de la aterosclerosis.
El trabajo, realizado en el Instituto dirigido por Dr. Ricardo Gelpi, decano de la Facultad de Medicina e investigador del Conicet, en colaboración con el grupo que dirige la Dra. Gabriela Berg en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, recibió el Premio Houssay durante el último Congreso Argentino de Cardiología (SAC 2019).
“Es un premio muy importante porque deja el mensaje de que es fundamental la investigación básica y clínica para los médicos jóvenes, y no tan jóvenes”, subraya Gelpi, quien fue director asociado de la Revista Argentina de Cardiología. “Es un estímulo para la investigación”, insiste el decano de la UBA.
“Estamos muy contentos por recibir este premio, que también se había otorgado a nuestro grupo años atrás”, dice Verónica D´Annunzio, investigadora del Conicet y profesora adjunta en la Facultad de Medicina. “Es un gusto volver a la casa”, agrega la ex directora del Consejo de Investigación Básica de la SAC, quien dirigió, junto al Dr. Gelpi, la línea investigativa que terminó en el trabajo premiado.
¿Cómo se realizó el experimento? La mitad de los ratones recibió una dieta abundante en grasas durante 12 semanas, mientras que el grupo control fue alimentado con una dieta normal. En las últimas 3 semanas, al grupo experimental se le administró también NAC, una droga mucolítica de bajo costo. Ambos grupos de animales (con y sin hipercolesterolemia) padecieron una injuria cardíaca por isquemia y reperfusión (I/R) pero sólo los que recibieron el antioxidante NAC lograron restablecer un estado cardioprotector de poscondicionamiento cardíaco que disminuyó el tamaño del infarto.
En este sentido, el uso de NAC en el contexto de la provocación de pequeños episodios de I/R antes de la revascularización podría constituir un tratamiento para proteger el corazón cuando ocurre una situación de isquemia prolongada seguida de reperfusión, como la que puede generarse durante una angioplastia.
“Es la primera vez en el mundo que se muestra que el NAC protege farmacológicamente al corazón de la isquemia y del infarto de miocardio”, se entusiasma Gelpi. “Como el NAC es un mucolítico que se consigue en cualquier farmacia, este trabajo podría tener un impacto en la salud pública a corto plazo”.
Por su parte, D´Annunzio enfatiza que “el estudio es aún preliminar y deberían investigarse más los mecanismos involucrados tanto en ratones como en humanos, pero es interesante observar que el NAC sumado al poscondicionamiento (episodios intermitentes de I/R) disminuye las lesiones miocárdicas en sujetos con alto nivel de colesterol que aún no muestran los cambios irreversibles de la enfermedad aterosclerótica”.
Por Alejandra Folgarait