Últimas noticias sobre la epidemia de coronavirus
La epidemia causada por el virus SARS-CoV-2 , que se originó en la provincia china de Hubei, se extendió en los últimos dos meses por más de 60 países e infectó a alrededor de 90.000 personas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen cinco focos preocupantes en la actualidad (Irán, Italia, Japón, Corea del Sur, además de China), y ya se registra transmisión local en muchos otros países, desde España a Estados Unidos, país donde los casos se multiplican actualmente.
Según explicó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, durante una conferencia de prensa el 2 de marzo pasado, la situación epidemiológica es diferente en los diversos países afectados por el nuevo coronavirus, por lo que hay que tomar medidas sanitarias en tres escenarios distintos (“las 3 C”): primer Caso, primer Cluster (contactos estrechos) y primera evidencia de transmisión Comunitaria. La tasa de ataque es menor en niños que en adultos, confirmaron las autoridades de la OMS, y los adultos mayores y quienes padecen enfermedades crónicas tienen mayor riesgo de enfermar severamente y morir.
Comparación de letalidad según edad en influenza española, coronavirus y gripe estacional.
En América Latina, ya se han reportado casos en México, República Dominicana, Brasil y Ecuador. En la Argentina, se descartaron 18 casos sospechosos y hay 3 casos que siguen en estudio en el Instituto Malbrán. Si bien algunos especialistas sostienen que el calor podría evitar la diseminación del nuevo coronavirus en el Cono Sur, otros dudan de que la temperatura ambiental influya significativamente en los contagios virales. De hecho, la OMS subrayó que el coronavirus tiene un comportamiento diferente a la influenza y tanto su letalidad (aproximadamente 2%) como su capacidad de transmisión (R2/R3) son mayores hoy a las de la gripe estacional.
Mientras la incertidumbre sobre la dinámica de la epidemia continúa, las autoridades de salud pública recomiendan a la población medidas de higiene (lavado de manos y estornudo o tos en el antebrazo) y distanciamiento de 1 metro respecto de personas con síntomas respiratorios. El Ministerio de Salud argentino actualizó el 27 de febrero pasado las recomendaciones para el equipo de salud y destacó que, para atender pacientes ambulatorios, se debe cumplir con los siguientes puntos:
– Higiene de manos (luego de retirar los elementos de protección personal).
– Uso de guantes.
– Barbijo quirúrgico (se deben colocar y retirar fuera de la habitación del paciente, y descartarlo en el lugar apropiado).
– Protección para los ojos o máscara facial, dependiendo de la exposición anticipada.
– Prácticas seguras de inyección o extracción de sangre.
La OMS recomienda el uso de respiradores N95 o de nivel superior para los procedimientos invasivos que pueden provocar aerosolización (tales como intubación, toma de muestras respiratorias o aspiración de secreciones). En el resto de las situaciones, sólo indica precaución de transmisión por gotas y aislamiento de contacto.
La buena noticia, según la OMS, es que las medidas agresivas de contención (cuarentenas, suspensión de reuniones públicas) parecen haber funcionado correctamente en algunas regiones asiáticas, al menos para retrasar los contagios. En cambio, la medición de temperatura en los aeropuertos y el cierre de fronteras no son medidas eficaces para frenar la epidemia, indicó la OMS.
En cuanto al tratamiento de la enfermedad respiratoria conocida bajo la sigla COVID-19, la OMS comunicó que se están llevando a cabo varios ensayos clínicos para evaluar distintas drogas y combinaciones farmacológicas, pero todavía no están disponibles los resultados. El remdesivir parece el fármaco más promisorio.
Mientras se desarrolla una vacuna y se prueba su seguridad y eficacia, reducir los viajes internacionales a las áreas afectadas parece una medida sensata, así como evitar aglomeraciones y fomentar el trabajo a distancia. “Conocer y entender tu epidemia es el primer paso para vencerla”, advirtió el director de la OMS, quien reclamó evitar la estigmatización de grupos de pacientes y ayudar a los países que no cuentan con sistemas sanitarios preparados.
Por Alejandra Folgarait