Estudio HOPE 3 Efecto del uso de estatinas y el descenso de la presión arterial en la función cognitiva
Por el Dr. Gonzalo Diaz Babio
Un sub-estudio realizado del estudio HOPE 3 (presentado en el congreso del ACC de este año) buscó determinar si rosuvastatina o candesartan provocaban deterioro cognitivo y funcional en los pacientes incluidos en el estudio.
Los investigadores analizaron la evolución cognitiva y funcional de 1.626 pacientes seguidos por casi 6 años, bajo tratamiento con candesartán y rosuvastatina. El punto final primario evaluado fue el enlentecimiento de procesos neurocognitivos, determinado por un test de símbolos y dígitos.
Este sub-estudio demostró que, en los diferentes grupos del HOPE 3 los pacientes presentaron diverso grado de deterioro cognitivo y funcional en 5,6 años de seguimiento. No se evidenciaron diferencias estadísticamente significativas en el nivel de deterioro observado entre los pacientes del grupo control o la rama tratamiento, ya sea con Candesartán, Rosuvastatina, o ambos. Tampoco se observaron diferencias significativas en cuanto a efectos adversos cognitivos o funcionales en el grupo tratado con Rosuvastina.
Otro hallazgo relevante fue que no se evidenció ningún grado de deterioro cognitivo particular en pacientes que recibieron rosuvastatina, aspecto que refuta planteos previos sobre el posible efecto deletéreo de las estatinas en el área cognitiva, surgidos de estudios observacionales. Este es un aspecto importante, ya que las estatinas no mostraron efecto nocivo en una población relativamente “sana”. Y a su vez, esperan en futuros estudios encontrar diferencias en la evolución cognitiva y funcional al analizar poblaciones de alto riesgo cardiovascular o en el otro extremo poblaciones jóvenes tratadas por largos periodos de tiempo.
Si bien se trata de un subestudio, con las limitaciones que ello implica, creemos que la ausencia de efectos nocivos de drogas de uso cotidiano en poblaciones de pacientes con bajo riesgo es un hecho importante.