Desafío cardiometabólico: Descifrando la relación entre obesidad, sarcopenia y riesgo cardiovascular
La obesidad sarcopenica (OS) es una entidad clínica compleja y multifactorial que representa un desafío para la salud cardiovascular. La sarcopenia es la pérdida de masa y función del tejido muscular, un proceso que se acelera con la edad. La masa muscular disminuye entre el 1 y el 2 % anual a partir de los 50 años y la fuerza (habitualmente medida como fuerza de agarre) 1,5 % anual entre los 50 y 60 años y 3% a partir de los 60 años (sarcopenia primaria).i
Cuando dicha pérdida de función o de masa muscular se asocia a una masa grasa conservada o aumentada, nos encontramos ante la situación denominada OS. La prevalencia de OS ronda entre el 20 al 50% según la población estudiada.ii
La obesidad (sobre todo la central) contribuye directamente a esta patología (sarcopenia secundaria) ya que la inflamación crónica sistémica y el acúmulo intramuscular adiposo genera daño mitocondrial, lo que conduciría a un aumento de la peroxidación lipídica, la acumulación de lípidos intermedios y de radicales libres, empeorando la resistencia a la insulina, la inflamación, el estrés oxidativo y generando lipotoxicidad dentro del miocito, provocando su disfunción y apoptosisiii.
Los ciclos de aumento, descenso y nuevo aumento de peso, muy frecuente en las personas obesas generan un incremento del riesgo de OS de más de 7 veces.iv
Es importante destacar que la obesidad sarcopénica conlleva un mayor riesgo cardiovascular y mayor morbimortalidad que cada una de estas entidades por separadov.
Además, si a estos factores añadimos la malnutrición proteica común en muchos pacientes y el sedentarismo, se crea un círculo proinflamatorio que agrava aún más esta entidadvi.
Existe evidencia como el estudio de Kim y colaboradores (corte transversal de 3,320 p mayores de 40 años pertenecientes a la encuesta nacional de salud y nutrición de Corea del Sur) de una asociación positiva entre OS y enfermedad cardiovascular (OR 2.49; IC 95% 1.53 – 4.06 en hombres y OR 1.87 IC 95% 1.02 – 3.41 en mujeres)vii
Por otro lado, la OS afecta negativamente en la calidad de vidaviii, aumenta el riesgo de hipertensión, diabetes tipo 2ix, deterioro cognitivo (función ejecutiva y la velocidad de procesamiento de la información, sobre todo en mayores de 65 años) y demencia x. Por lo tanto, es crucial abordar esta interrelación entre obesidad y sarcopenia de manera integral.
La indicación de una dieta con valor proteico adecuado (de 0,8-1,0 g/kg/día en adultos sanos, 1-1,2 g/kg/día en personas de edad avanzada y >1.2 g/kg/día en pacientes de edad avanzada que practiquen actividad física y tengan enfermedades agudas o crónicas)xi y de ejercicio físico aeróbico y de resistencia es fundamental para disminuir este riesgoxii.