40° Congreso: Final a toda orquesta
Por Alejandra Folgarait
Si el primer día del Congreso Argentino de Cardiología estuvo marcado por un hito histórico -la firma del convenio SAC-FAC-MSAL para realizar el primer Registro de Enfermedades Cardiovasculares en todo el país-, el segundo y el tercero no le fueron en saga. El lanzamiento de la historia clínica electrónica de la SAC y la presentación ante la sociedad del área de cardiólogos sub-38 (conocida como “SAC Joven”) fueron dos marcas que también entrarán en los anales de la cardiología argentina por sus aires de renovación y futuro.
Con 9.416 inscriptos -3.901 de la provincia de Buenos Aires-, el Congreso Argentino de Cardiología volvió a mostrar porqué ocupa el cuarto lugar de estos eventos en el mundo, sólo superado por los encuentros de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), del American College of Cardiology (ACC) y de la American Heart Association (AHA).
Con más de 800 disertantes y 44 invitados extranjeros, 15 actividades simultáneas y participación de representantes de ESC, ACC, Sociedad Interamericana de Cardiología, Sociedad Sudamericana de Cardiología y de las sociedades cardiológicas de España, Brasil, Chile, Bolivia, Colombia, Perú, Paraguay, Ecuador, Venezuela, México y Uruguay; el Congreso de la SAC lidera ampliamente todas las reuniones de cardiólogos de América latina.
Organizado por un Comité Científico de prestigiosos especialistas, el Congreso se caracterizó por la presentación de las últimas novedades en cardiología clínica, intervencionista, pediátrica y de imágenes, así como también por su espíritu multidisciplinario, que incluyó tanto a cardiólogos como a médicos clínicos, enfermeros, técnicos y residentes de todo el país.
Por las salas que homenajeaban a los grandes escritores latinoamericanos, de Borges a García Márquez, y los premios Nobel argentinos, desfilaron expertos en fibrilación auricular, valvulopatías, miocardiopatía hipertrófica, aterosclerosis, genómica, insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial, prevención cardiovascular, medicina del deporte, cirugía de alto riesgo, isquemia, síndromes aórticos, biomarcadores, dislipidemias, e-health y muchos temas más.
Entre las novedades más relevantes estuvo la presentación de los resultados del estudio PARADIGM HF, que promete revolucionar el tratamiento de la insuficiencia cardíaca crónica con una nueva droga, capaz de reducir significativamente la mortalidad por primera vez en 30 años.
Las nuevas guías norteamericanas y europeas fueron tratadas en detalle durante sesiones conjuntas de la SAC con la ESC y también con el ACC.
En un importante debate sobre prevención, que se basó en las Guías AHA/ACC 2013, los expertos subrayaron la importancia del tratamiento con estatinas. “Ya no se trata de bajar el LDL sino de disminuir el riesgo cardiovascular; hay que trabajar más en las dosis de las estatinas y en los scores de riesgo que en las metas de colesterol”, enfatizó Arturo Cagide. Mientras Hernán Doval explicó las incertidumbres y contradicciones que existen en algunas guías, Jorge Lerman enfatizó que “las guías no son perfectas, pero son lo mejor que tenemos para tomar decisiones basadas en la evidencia”.
Además de las mesas de debate, el 40° Congreso inauguró la experiencia de diálogos con expertos. Por otra parte, los talleres de 90 minutos se alternaron con las presentaciones de casos y temas libres. Decenas de posters exhibidos en formato electrónico fueron seguidas con enorme interés por un público de todas las edades, que se agolparon frente a las pantallas LCD para escuchar las explicaciones de los autores.
La conferencia inaugural del jueves, a cargo del reconocido cardiólogo argentino Juan Carlos Kaski, giró en torno de la propuesta de un nuevo paradigma en la angina de pecho. En cuanto a la de cierre, sobre calidad en la atención, fue llevada adelante el sábado por el cardiólogo español José López-Sendón, del Hospital Universitario La Paz, Madrid. Entre una y otra conferencia, hubo disertaciones para todos los gustos.
Las controversias no faltaron a la hora de debatir sobre TAVI, muerte súbita en el deporte o consumo de sal e hipertensión. Pero a la hora de suscribir el compromiso de reducción de un 25% de la mortalidad cardiovascular para el año 2025, todos los especialistas cerraron filas.
El primer paso para disminuir los desenlaces fatales, subrayó Carlos Tajer, presidente de la SAC y del Comité Organizador del Congreso, es conocer la situación actual del infarto agudo de miocardio en todo el país, su manejo y las barreras para tratarlo con éxito. Ése, precisamente, será el eje de la primera etapa del Registro Nacional, lanzada durante el Congreso con la presencia del viceministro de Salud de la Nación, Eduardo Bustos Villar, y del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, en un mismo estrado.
Para bajar la mortalidad cardiovascular, los cardiólogos también analizaron la propuesta del programa europeo “Stent for Life”, que tuvo un impacto formidable en el tratamiento intervencionista del infarto en varios países, desde Turquía y Grecia a España y Francia.
En cuanto al tema de los registros, la SAC también presentó la Historia Clínica Electrónica, que se convertirá en una herramienta indispensable para el manejo de los pacientes por parte de los cardiólogos, ya que permitirá no sólo asentar datos clínicos sino también otorgar turnos, consultar guías y patologías.
“La Historia Clínica Electrónica de la SAC se irá construyendo con el aporte de sus médicos usuarios y, dado que contamos con las fuentes de programación y el entusiasta apoyo de sus diseñadores, podremos sumar modificaciones y estructuras que la hagan más acorde a las necesidades del cardiólogo”, señaló Laura Antonietti, coordinadora del proyecto.
Por su parte, Tajer agregó que “nuestra intención, a la par de configurar una historia clínica práctica, es estandarizar los campos y todos aquellos detalles que puedan servir para que los resultados de los estudios se guarden y clasifiquen de la misma manera”.
“Estamos entrando en una nueva fase de la información médica y de los registros, con la puerta abierta a evaluaciones de calidad con intervenciones autocorrectivas, así como de estudios de intervención comunitarios sencillos y orientados a las verdaderas necesidades de los pacientes”, reflexionó Tajer. “La esperanza es que estas armas nos permitan trabajar con un nivel superior y ayudar a mejorar la calidad de nuestras prestaciones, evitar errores, y elevar la calidad de la asistencia a los pacientes, sentido último de nuestro accionar”, enfatizó el presidente de la SAC.
Actividades para la comunidad
En una charla destinada a la comunidad, tres especialistas de la SAC explicaron los mitos cardiológicos que matan a la población. Tajer subrayó que las estatinas, probadamente efectivas para reducir la muerte cardiovascular, no tienen mayores efectos adversos; de hecho, los trastornos secundarios no han demostrado ser mayores que los generados por placebos. “Es un mito que las estatinas producen daño muscular o hepático. También es un mito que conviene suspenderlas o tomarlas a dosis bajas. Los estudios muestran que altas dosis de estatinas en forma constante reducen el riesgo de enfermar y morir”, indicó el prestigioso cardiólogo.
Por su parte, Guillermo Fábregues, vicepresidente de la SAC y presidente del Comité Científico del Congreso, enfatizó que la presión arterial alta no es producto “de los nervios”, como se suele creer, sino de una enfermedad de las arterias que puede ser tratada. En este sentido, el experto en hipertensión utilizó datos duros y humoradas para enfatizar la necesidad de adherir al tratamiento durante toda la vida.
Finalmente, Roberto Peidró, coordinador del Comité de Cardiología del Deporte de la SAC, cerró la mesa despejando los temores sobre la muerte súbita en el deporte. Tras distinguir entre los distintos tipos de ejercicios (recreativos, intensos y de alto rendimiento), el especialista en medicina del deporte subrayó que “el mayor riesgo no es hacer ejercicio sino el sedentarismo”. Para reducir las infrecuentes muertes súbitas en los deportistas de alta intensidad, dijo Peidró, lo mejor es un chequeo realizado por un especialista, la presencia de cardiodesfibriladores y las maniobras de resucitación cardiopulmonar, que están al alcance de todo el que quiera aprenderlas.
Una de las actividades más entusiastas fue el “After Congress” producido por el área SAC Joven. Tras presentar una encuesta con el perfil y la situación actual de los cardiólogos de 28 a 38 años, los dirigentes de SAC Joven y el responsable del área virtual de la SAC, Diego Pérez de Arenaza, organizaron una divertida Trivia que otorgó importantes premios. “Esta es la mesa con más futuro en la cardiología”, se entusiasmó Fábregues, quien también anunció la creación de una beca de investigación para jóvenes. “Estoy convencido de que ellos serán los líderes futuros de la cardiología argentina”, los alentó el alma pater de SAC Joven.
Arte y ciencia
Pero no todo fue ciencia, avances tecnológicos y políticas de salud en el Congreso. Los intercambios y charlas en los pasillos estuvieron a la orden del día, en un ambiente de cordialidad e interés mutuo.
En una fascinante charla que discurrió sobre los cruces entre cardiología y arte, lenguaje y matemáticas, Jorge Lowenstein explicó el rol de la proporción áurea y la serie de Fibonacci en la estructura del corazón y la dinámica de su flujo sanguíneo, mientras que Jorge Thierer explicó las raíces etimológicas de la palabra “corazón”, dilucidando su estrecho vínculo con el cerebro y la emoción.
Tal vez lo que representó mejor esta confluencia entre emoción y razón, arte y ciencia, corazón y cerebro fue el concierto final de la Camerata Bariloche junto al bandoneón de Néstor Marconi. Al son de Mozart y Bach, primero, y al ritmo del 2×4, después, miles de asistentes aplaudieron a rabiar la música típica de la sede del Congreso Argentino de Cardiología.
Afuera, una garúa cerraba la última tarde del multitudinario encuentro. Tarareando un tango de Piazzola, centenares de profesionales salían de La Rural con una sonrisa en los labios y nuevos conocimientos en los portafolios.
Además de los cinco grupos que fueron premiados por sus trabajos de investigación, los más contentos al finalizar el encuentro, sin duda, fueron los “anónimos” miembros del Comité Científico del Congreso, que trabajaron día y noche durante un año para organizar el evento médico más grande de América del Sur.
Cansado pero feliz, recibiendo felicitaciones y agradecimientos, allí estaba Alejandro Hita, coordinador del mega encuentro científico. “Este Congreso fue como un hijo para mí y cumplió con todas las expectativas. Pero lo mejor fue que la SAC reafirmó que constituye una gran familia donde caben todos los cardiólogos del país, sin protagonismos individuales y con un firme compromiso por mejorar la salud de los argentinos”.
Todos los premiados
Premio 40º Congreso Argentino de Cardiología al mejor trabajo:
“Inhibición de la hipertrofia ventricular izquierda, normalización de la respuesta contráctil cardíaca y estrés oxidativo en hipertensión experimental”, de los Dres. Hernán Gómez Llambí, Martín Donato, Gabriel Cao, Graciela Ottaviano, Angélica Muller, Ricardo Gelpi, Matilde Otero-Losada y José Milei.
Mención Especial del jurado al trabajo:
“Evaluación multicéntrica de los niveles de adecuación de la anticoagulación oral con antagonistas de la vitamina k en pacientes con fibrilación auricular. Estudio Terra”, de los Dres. Carlos Tajer, Alejandra Marti, Federico Bottaro, Marcelo Casey, Liliana Díaz, Diana Penchansky, Adriana Gaite, José Ceresetto.
Premio Fundación Dr. Pedro Cossio al mejor trabajo clínico:
“Daño coronario producido por la enfermedad de Kawasaki. Seguimiento a largo plazo” de los Dres. Ana Myriam Schroh, Pablo Melonari, Lidia Beatriz Laghezza, Pablo Javier Domínguez, Eliana Retamales, Florencia Pierini, María Fernanda Rodríguez, Gabriela Eugenia González.
Premio Dr. Oscar Orías al mejor trabajo en ecocardiografía:
“Evidencia de compromiso contráctil en la estenosis aórtica severa con fracción de eyección conservada mediante la determinación del Strain bidimensional longitudinal sistólico y su correlación con la estructura miocárdica” de los Dres. Sergio J. Baratt, Demian Chejtman, Martín Donato, Ricardo Gelpi, Alejandro Hita, María Celina Morales, Juan Manuel Telayna y Guillermo Vaccarino.
Premio Dr. Bernardo Houssay al mejor trabajo en investigación básica:
“La tiorredoxina 1 atenúa la disfunción mitocondrial del miocardio atontado en ratones transgénicos” de los Dres. Tamara Mazo, María Virginia Pérez, Laura Valdez, Tamara Zaoborny, Anabella Gómez, Clara Llamosas, Liliana Nicolosi, María del Carmen Rubio, Verónica Irene D’Annunzio, Alberto Boveris y Ricardo Gelpi.
Premio Dr. Eduardo Braun Menéndez al mejor trabajo en hipertensión arterial básica:
“Comparación de la respuesta antihipertensiva aguda de telmisartán e irbesartán en ratas espontáneamente hipertensas” de los Dres. Matías Lucero, Valeria Lovera, Julieta Del Mauro, Marcela Morettón, Facundo Bertara, Diego Chiappetta, Christian Höcht y Carlos Taira.
Premio Dr. Eduardo Braun Menéndez al mejor trabajo en hipertensión arterial clínica:
“¿Qué factores se correlacionan con el control de la hipertensión arterial en personas con diabetes mellitus tipo 2?” de los Dres. Alicia García, Ángela Luongo, Eva López González, Silvana Milrad, Solange Houssay, María Lidia Ruiz Morosini, Guillermo Burlando.