Congreso Multidisciplinario en Bahía Blanca: Ciencia y emociones compartidas
Por Alejandra Folgarait
Con la presencia de 1.132 cardiólogos, pediatras, clínicos, enfermeros y técnicos, el segundo Congreso Multidisciplinario de Cardiología, que se llevó a cabo en Bahía Blanca el pasado 15 y 16 de mayo, confirmó el creciente interés en compartir las miradas de distintas especialidades médicas sobre la salud y la enfermedad cardiovascular.
El encuentro no sólo tuvo un alto nivel científico sino también un marcado espíritu participativo, que se manifestó en las decenas de mesas compartidas por profesionales de larga trayectoria, médicos zonales y residentes llegados desde distintos puntos del país.
“Por segundo año, la SAC organizó un evento fuera de Buenos Aires para debatir los temas que más nos interesan desde una perspectiva multidisciplinaria, con la mira puesta en disminuir la mortalidad cardiovascular de nuestros pacientes, que son el objetivo último de todos los médicos”, enfatizó Guillermo Fábregues, presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología.
Organizado por la SAC junto con la Sociedad de Medicina (SAM) y la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), el Congreso reunió a los mayores expertos nacionales en corazón y contó con la participación de la Universidad Nacional del Sur, la Federación Argentina de Cardiología (FAC) y otras instituciones médicas de relevancia.
“En una época de fragmentación de la medicina, son importantes los encuentros multidisciplinarios para debatir temas en común”, afirmó Luis Cámera, presidente de la SAM. “Algo nació el año pasado en Junín; ahora podemos confirmar que está creciendo bien”, se entusiasmó el reconocido médico clínico.
Por su parte, María Soledad Albisu, jefa de Cardiología Infantil del Hospital Penna, de Bahía Blanca, destacó la inédita participación de los pediatras en los debates del Congreso. “Es indispensable la convergencia de la Cardiología, la Pediatría y otras áreas para lograr mejores resultados en el grupo de enfermos con cardiopatía congénita, y para disminuir desde la infancia el gran impacto de los factores de riesgo cardiovascular en la población en general”, señaló.
Alegrías y tristezas del corazón
Un avión cargado de cardiólogos no es un fenómeno común en un aeropuerto de una ciudad de 300.000 habitantes como Bahía Blanca. Tampoco es frecuente ver a decenas de médicos dentro de un shopping debatiendo a lo largo de todo el día. Pero eso es lo que ocurrió cuando centenares de médicos llegaron a Bahía Blanca el viernes 15 de mayo por vía aérea y terrestre para participar durante dos días del Segundo Congreso Multidisciplinario de Cardiología.
En verdad, la ciudad estaba ya conmocionada por la realización del evento, y los taxistas se multiplicaban con buen humor y rapidez para llevar a los participantes desde los distintos hoteles al enorme shopping donde se realizaría el encuentro.
Las salas de cine, cerradas especialmente para cobijar las conferencias y presentaciones, fueron rebautizadas con nombres de reconocidos médicos tanto a nivel nacional como local. “Quisimos honrar a nuestros maestros, desde Carlos Bertolasi, René Favaloro y Mario Ciruzzi hasta Miguel Martorelli, Ricardo Ruiz y Mario Sardiña. También la enfermera Estrella Fernández fue honrada con una sala a su nombre”, destacó Guillermo Fábregues.
Quizás como reflejo del inédito lugar de reunión, el Congreso se desarrolló en un clima de alegría y camaradería que facilitó el intercambio entre los participantes.
Precisamente sobre las emociones positivas habló Carlos Tajer, presidente del Segundo Congreso Multidisciplinario, durante la conferencia inaugural. Remontándose al filósofo Spinoza, el cardiólogo reflexionó sobre las metáforas que se utilizan habitualmente en la medicina –arte, guerra, sacrificio- y sobre las raíces biológicas de las emociones para subrayar el impacto del optimismo sobre la mortalidad y la salud cardiovascular.
Tajer inició su conferencia con un reconocimiento al malestar que sufren muchos médicos y pacientes en la actualidad. “La medicina es un espacio para el encuentro entre un ser sufriente y otro que pretende ayudarlo”, recordó el ex presidente de la SAC.
En cuanto a las emociones positivas, Tajer subrayó que las mujeres que esperan cosas positivas del futuro tienen 23% menos mortalidad cardiovascular y 17% menos de infarto, según el estudio WHI. Lo contrario puede decirse de quienes experimentan más hostilidad y cinismo. Otros estudios muestran, además, que los optimistas tienen 27% menos de enfermedad coronaria y una mejor evolución. Incluso las palabras positivas o negativas utilizadas en la red social Twitter pueden asociarse con mayor o menor mortalidad cardiovascular, mostró Tajer.
La cuestión de las emociones en medicina también estuvo presente en la mesa de debate organizada por el área SAC Joven junto con grandes referentes de la Cardiología actual. Apelando a sus propias historias, el mismo Tajer más Arturo Cagide, Hernán Doval, Jorge Thierer y Guillermo Fábregues respondieron las preguntas desafiantes de los cardiólogos jóvenes sobre la situación de las Residencias, la empatía del médico con el paciente, la forma de dar malas noticias y la vulnerabilidad de los médicos ante las exigencias de la práctica diaria.
“No me imagino un espacio mejor de formación médica, no sólo técnica sino también humana, que la Residencia”, enfatizó Cagide, jefe de Medicina Cardiovascular del Hospital Italiano. “El tema de la muerte está presente desde que se elige ser médico; nuestra capacidad de empatizar y acompañar evoluciona con los años y con nuestra propia experiencia, no sólo en relación a los pacientes sino también por lo que nos pasa a nosotros mismos, con nuestros propios seres queridos”, reflexionó Jorge Thierer, jefe de Insuficiencia Cardíaca del CEMIC. “Cuando el paciente se muere, el médico se angustia. Es preciso que los servicios de Cardiología ofrezcan espacios para que los médicos puedan hablar de estas cuestiones, que muchas veces generan tormentas emocionales en los residentes”, apuntó Tajer, jefe de Cardiología del Hospital El Cruce. “Tenemos que hablar con el paciente, y reconocer que los demás saben cosas que nosotros no sabemos”, agregó Doval, médico del Servicio de Cardiología del Hospital Italiano, quien dejó flotando la idea de que “no se trata sólo de saber qué enfermedad tiene el paciente sino qué paciente tiene qué enfermedad”.
Debates actuales
La prevención cardiovascular, el uso de TAVI, la cirugía de las cardiopatías congénitas, el manejo de las arritmias y las valvulopatías, y el cuidado del paciente internado tuvieron un lugar destacado en el programa científico del Congreso, elaborado en forma conjunta por SAC, SAM y SAP.
Los desafíos de la diabetes y el tratamiento de pacientes añosos fueron motivo de varios debates entre clínicos y cardiólogos. Por su parte, los pediatras llenaron las salas destinadas a debatir, junto con los cardiólogos, temas como la prevención cardiovascular en la infancia, la cardiología fetal, las cardiopatías congénitas y las urgencias neonatales. El creciente intercambio entre cardiólogo y pediatras se plasmó en la firma de un convenio entre la SAC y la SAP para generar consensos de tratamiento.
“La epidemia de obesidad en los niños es un tema que preocupa especialmente a los pediatras y que es fundamental para la prevención cardiovascular”, reflexionó Amalia Elizari, cardióloga de la SAC. “Es importante que el pediatra, además de medir la talla y el peso de los niños, empiece a medir el perímetro abdominal y a tomar la presión arterial, y que también tome en cuenta los antecedentes familiares de síndrome metabólico, hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares”, deslizó Elizari, jefa de Cardiología de FLENI.
Por su parte, “Marisol” Albisu resaltó que los avances tecnológicos en imágenes permiten hoy hacer el diagnóstico fetal de las cardiopatías. “El feto es un paciente multidisciplinario, que requiere la confluencia de varias especialidades para interpretar la circulación o sus alteraciones en este momento de la vida humana, en que depende absolutamente de la madre”, reflexionó la pediatra y cardióloga bahiense. “Los médicos especialistas en imágenes deben reconocerse como los principales efectores en la tarea de detectar las cardiopatías fetales, y lograr entrenamiento en la visualización del corazón –destacó-, ya que la mayoría de las malformaciones ocurrirá en embarazos sin factores de riesgo conocidos y su primera manifestación será una imagen cardíaca anormal en una ecografía obstétrica de rutina”.
Innovación a la orden del día
Entre las novedades del Congreso, se destacó el lanzamiento del segundo Registro Nacional de Hipertensión Arterial (RENATA II), que se realizará en forma conjunta entre la SAC y la FAC y permitirá tener datos actualizados sobre la prevalencia y el tratamiento de la patología en la Argentina.
Según informó Alejandro Dellucchi, secretario científico del Consejo Argentino de Hipertensión Arterial de la SAC, los últimos resultados del RENATA habían mostrado que el 33% de la población argentina sufría este problema, que alcanzaba una prevalencia del 68% después de los 65 años. Más del 37% de los hipertensos desconocía padecer la enfermedad, que afectaba más a hombres que a mujeres.
A partir de julio próximo, el estudio RENATA II permitirá actualizar el panorama de la hipertensión arterial en el país. La encuesta, que se llevará a cabo en todos los distritos de la SAC y la FAC, englobará a 6.000 adultos, a los que se les medirá tres veces la presión arterial. Se espera estimar así la prevalencia actual de la hipertensión arterial, el grado de conocimiento de la enfermedad por parte del paciente, el porcentaje de tratamiento farmacológico y el control logrado. Asimismo, se evaluará el nivel económico y educativo, además del consumo de tabaco.
Otra novedad presentada en el Congreso Multidisciplinario fueron los avances del Registro de Infarto Agudo de Miocardio con supradesnivel del segmento ST (ARGEN-IAM-ST), que llevan adelante la SAC y la FAC junto con el Ministerio de Salud de la Nación.
Tras recordar que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en la Argentina, el coordinador del registro ARGEN-IAM-ST, Juan Gagliardi, reveló que hasta el momento participaron 188 instituciones de diferente grado de complejidad (40% unidades de terapia intensiva polivalente, 63% con posibilidades de practicar hemodinamia), que registraron 317 pacientes. “Primero hicimos un estudio piloto. La encuesta propiamente dicha comenzó en abril y dura tres meses en cada centro. Aquellas instituciones que lo deseen, pueden participar luego en un registro continuo”, aclaró Gagliardi.
En cuanto al estudio nacional sobre endocarditis infecciosa (EIRA), investigadores de la SAC informaron que en la tercera etapa ya se han registrado 100 pacientes con esta rara pero grave enfermedad, en 85 centros hospitalarios del país. La enorme mayoría de los casos corresponden al sexo masculino. El 53% de los pacientes identificados tiene enfermedad cardíaca subyacente y el 32%, un procedimiento asociado al cuidado de la salud. Entre los microorganismos causantes de la enfermedad, se identificó S. aureus en el 16,4% de los casos, enterococcus en el 10% y S. viridans en el 7%. Casi el 20% de los pacientes tuvo hemocultivos negativos. La mortalidad, hasta el momento, ronda el 26%.
Durante el Congreso también se mostró el progreso en los proyectos educativos que desarrolla la SAC a través de internet, destinados tanto a la formación continua de los cardiólogos (PRO-SAC Virtual) como a la comunidad (WikiCardio, una herramienta para difundir información confiable sobre cardiología a pacientes y sus familiares).
Además, generó entusiasmo la Historia Clínica Electrónica ambulatoria de la SAC, que permitirá a los cardiólogos manejar en forma virtual y desde cualquier dispositivo (PC, tablet, teléfonos celulares) la agenda de turnos de sus pacientes, su evolución a lo largo del tiempo, los estudios realizados, además de permitirles acceder a fichas, guías y consensos de distintas patologías.
Cardiología y deporte
Quizás debido a la tradición deportiva de Bahía Blanca y sus numerosos circuitos aeróbicos, la novedad más popular del Congreso fueron las mesas dedicadas a la cardiología y el deporte, que se sucedieron a lo largo del viernes y el sábado con conferencias de reconocidos expertos a nivel nacional, destacados especialistas bahienses y, también, profesores de educación física locales.
La cuestión de los estudios necesarios para dar un apto físico estuvo en la mira de los cardiólogos y, también, de los pediatras y clínicos, preocupados por la repercusión mediática de algunos casos de muerte súbita.
Roberto Peidró, vicepresidente de la Fundación Cardiológica Argentina, señaló la diferencia de criterios en Estados Unidos y Europa respecto de los estudios de aptitud física, y recordó que la SAC recomienda un examen físico, un interrogatorio y un electrocardiograma a las personas menores de 35 años que van a practicar deporte.
Es útil sumar la ergometría, dijo Peidró, en las personas mayores de 35 años. En cuanto a los deportistas de alto rendimiento, recomendó no sólo un electrocardiograma sino también un ecocardiograma cada 3 a 5 años. De todos modos, subrayó el cardiólogo, “es importante recordar que los casos de muerte súbita son infrecuentes, y que desde la SAC recomendamos siempre la actividad física, ya que disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular”.
En este sentido, durante el Congreso se desarrollaron una caminata familiar cardioprotegida, un encuentro de running y un baile al aire libre, así como también la Fundación Cardiológica Argentina organizó charlas sobre factores de riesgo y talleres de RCP. Además, una mesa del Congreso estuvo abocada especialmente a los mitos vinculados a estatinas, hipertensión y deporte.
Expectativas superadas
Los temas libres, los simposios de la industria y los debates sobre casos clínicos encontraron gran repercusión entre los asistentes, que tuvieron la oportunidad de elegir entre seis actividades simultáneas a lo largo de los dos días del encuentro multidisciplinario.
“Estamos muy contentos de que la SAC nos haya elegido para ser la sede de este Congreso”, señaló Walter Zukerman, presidente del Comité Organizador y cardiólogo de los hospitales Italiano y Privado del Sur, de Bahía Blanca. “Los resultados superaron todas nuestras expectativas”, se entusiasmó.
Honrando el concepto de multidisciplinaridad, la conferencia de cierre, sobre el impacto de las Neurociencias en Cardiología, estuvo a cargo de Facundo Manes, director del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro.
Tras la cálida presentación de Alejandro Hershson, cardiólogo responsable de los 36 distritos de la SAC, y ante un auditorio desbordante con más de 500 personas, Manes destacó la capacidad de adaptación a contextos cambiantes que tiene el cerebro humano y la importancia de la construcción colectiva del conocimiento.
“Cada vez la neurociencia tiene más impacto en distintas disciplinas, ya sea la Cardiología, la Economía o la Educación”, enfatizó el neurólogo. “Los médicos y los pacientes toman decisiones sobre su salud todo el tiempo y es importante que sepan que la mayoría de ellas están basadas en emociones automáticas, no en la razón”, destacó Manes.
El neurólogo, quien también es rector de la Universidad Favaloro, destacó el lugar de la memoria en la especie humana, una capacidad cognitiva flexible que tanto recuerda como olvida para acomodarse a las demandas de la vida cotidiana. “Uno olvida en la vida casi todo; recordamos sólo lo que nos emociona”, explicó el especialista en neurología cognitiva.
Los participantes del Congreso Multidisciplinario podrán dar fe de ello cuando regresen a sus consultorios y rememoren los momentos que vivieron en la ciudad que vio nacer al Premio Nobel César Milstein. “Parafraseando a Serrat –concluyó Fábregues-, por un día nos olvidamos que somos clínicos, cardiólogos y pediatras y nos abocamos a intercambiar opiniones y a escuchar al otro para convertirnos cada día en mejores médicos”.