¿Qué son los estudios ecológicos o de correlación?
En la entrega anterior nos referimos a la correlación como el grado de asociación lineal entre dos variables continuas (representadas en abscisas y ordenadas), en el caso de una serie de observaciones individuales en el que cada paciente queda definido por un punto que señala la intersección de ambos valores.
Pero hay otra situación en que la correlación juega un papel importante. Es en los estudios ecológicos. En los mismos también se busca la asociación entre dos variables continuas, pero correspondientes a datos de países o regiones, no de personas.
En la figura 1 se explora la relación entre la incidencia anual de mortalidad de causa cardíaca por cada 100.000 habitantes (en ordenadas) y el consumo anual de cigarrillos per cápita (en abscisas). Los puntos como vemos no corresponden a personas, sino a cada uno de los estados de Estados Unidos. El gráfico señala una relación lineal, en la que los estados con mayor consumo de cigarrillos son también los de mayor mortalidad de causa cardíaca.
Este tipo de estudios, entonces, a partir de datos poblacionales, genera hipótesis de asociación o causalidad que luego deberán confirmarse. A veces lo que se verifica en estudios ecológicos es lo que se vale también para observaciones individuales, y viceversa. Pero no siempre sucede así.
Veamos la figura 2. Representa la relación entre índice de masa corporal (IMC) y nivel de ingresos per cápita. En amarillo, una línea marca qué es lo que sucede cuando se explora la relación en un estudio ecológico, considerando diferentes países. Los países con mayor ingreso per cápita son también aquellos con mayor índice de masa corporal promedio de su población. Pero si se explora la relación en los individuos de cada país, vemos lo que señalan las líneas blancas. Dentro de cada país, aquellos con mayores ingresos tienen IMC menor. Los más pobres son más obesos.
Si hubiéramos extrapolado los datos del estudio ecológico a los individuos, hubiéramos supuesto que los individuos de mayor ingreso son los de mayor IMC. Este tipo de error se denomina falacia ecológica: el error que puede darse a veces al trasladar lo que sucede a nivel poblacional al estrato individual.
Veámoslo ahora en sentido inverso. Si partiendo de los datos individuales dentro de cada país (los individuos de mayores ingresos son más delgados) hubiéramos supuesto que lo mismo se da al comparar países, hubiéramos afirmado que los países más ricos tienen IMC promedio menor. En este caso hubiéramos caído en la falacia atomista: el error que puede darse a veces al trasladar lo que sucede a nivel individual al estrato poblacional.
Todos los comentarios que hicimos en la entrega anterior sobre cómo interpretar el coeficiente r valen desde ya para este tipo de estudios.
Queda claro entonces que también los estudios ecológicos son una importante fuente de información. Deben ser interpretados con cuidado: la asociación lineal encontrada entre dos variables al estudiar poblaciones puede no trasladarse al nivel individual. Por otra parte, debe tenerse en cuenta que la asociación no implica necesariamente causalidad: una o más variables no consideradas pueden ser las verdaderas responsables del fenómeno observado.
Dr. Jorge Thierer