Cuidar nuestra salud desde la gestación
Si bien las enfermedades cardíacas se presentan cada vez más a temprana edad, tenemos que tener presente que su comienzo se origina desde el inicio de la vida, la alimentación de la madre, así como sus hábitos, inciden en la etapa fetal y en su desarrollo posterior.
Investigadores de los Países Bajos, que estudiaron a casi 1.000 fetos y bebés, detectaron que las mujeres con sobrepeso y que fuman durante el embarazo triplican el riesgo de anomalías cardíacas congénitas durante la gestación. Esta relación, según publica la revista ‘Heart’, se suma a otras ya conocidas, como abortos espontáneos, retraso del crecimiento y nacimiento prematuro.1
Las enfermedades del corazón son una de las principales causas de muerte en adultos, pero no en niños y adolescentes, pero si la tendencia no se revierte, en 20 años las enfermedades cardiovasculares se diagnosticarán a los 45 años.
Con hechos como la hiperalimentación (comer en exceso), el sedentarismo, se determina obesidad de la población en edad escolar, que algunos casos manifiestan problemas cardiovasculares. La obesidad en los niños es peligrosa porque los investigadores creen que las células grasas que adquirimos en la niñez permanecen en el organismo al llegar a la edad adulta, pudiendo llegar a tener cinco veces el número de células grasas que los niños de peso normal. Las dietas en la edad adulta pueden disminuir el tamaño de estas células pero no la cantidad. La consecuencia: cuando lleguen a la edad adulta, además de obesidad, sufrirán diabetes, problema articulares, hipertensión o ateroesclerosis precoz. Las familias con hijos obesos no consultan al médico, por querer esconderlo o por confundirlo con un mero problema estético, acostumbran a recurrir al especialista demasiado tarde, cuando la afección puede haberse vuelto irreversible.
Y si sumamos el agregado de sal en las comidas. después de la cocción o al sentarse a la mesa (se sabe que a menor edad es mayor el uso de sodio), es donde debemos focalizar las acciones, indicó Laspiur. Desde hace varios años, la cartera sanitaria trabaja intersectorialmente con la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) en la firma de acuerdos para la reducción de sodio en los alimentos procesados y panificados con el fin de disminuir la ingesta de sal oculta en los alimentos. “Podemos inferir que esta estrategia trajo una consecuencia muy alentadora, que es la disminución de la utilización del salero, un hecho relevante dado que el consumo de sal poblacional trae aparejadas miles de enfermedades y muertes cardio y cerebro vasculares evitables”. Esta tendencia también se evidenció en las provincias, y obedece a las regulaciones que restringen el uso de saleros en bares y restaurantes, produciendo eco en la población, por lo que se puede hablar de un efecto país”, concluyó Laspiur.2
Entonces el plan de prevención que recomiendan los expertos pasa por incorporar en familias, instituciones, colegios y profesionales sanitarios, la enseñanza y el aprendizaje de comer bien desde la infancia y de incluir la actividad física en la rutina diaria, como caminatas rápidas, subir escaleras. De igual manera, se debe reducir el consumo de televisión y ocupar el tiempo libre con actividades menos sedentarias. En el ámbito escolar, aconsejan promover más actividades al aire libre, en detrimento de la creciente diversión con aparatos electrónicos. Si se siguieran estos consejos, se lograría una mejora en la cantidad de vidas salvadas que superaría lo alcanzado por el bypass y otras técnicas.
Por Enf. Luisa Adriana Maldonado | Consejo de Enfermería SAC.
Referencias
1. Nuria Llavina Rubio, 27 de febrero de 2012 Problemas de corazón en niños y jóvenes.
Las alteraciones de corazón en la infancia y adolescencia se han multiplicado por diez en una década debido a hábitos de vida poco saludables Fundación Eroski Disponible en aquí.
2. Melisa Valdez (2014) Argentina Salud N° 30 10-11/2014. Las enfermedades crónicas bajo la lupa (pp 19).
http://www.msal.gov.ar/prensa/images/stories/revista-argentina-salud/revista-pdf/as_numero_30.pdf