42° Congreso Argentino de Cardiología: Conferencias magistrales
Por Alejandra Folgarait
Con un concierto que combinó en iguales dosis la música popular y la ejecución clásica, el sábado 15 de octubre culminó el 42° Congreso Argentino de Cardiología, el mayor evento científico de habla hispana en el mundo.
Bajo la consigna de la educación y el intercambio entre colegas, 11.075 cardiólogos -410 de ellos, extranjeros- se hicieron presentes en el predio de La Rural durante los tres días del Congreso, durante el cual se celebraron 138 mesas redondas sobre los temas más importantes de la actualidad, además de 12 conferencias dictadas por reconocidos expertos internacionales, controversias, presentaciones de e-posters y discusiones de casos clínicos.
“Es una enorme alegría y un gran orgullo inaugurar un congreso de semejante magnitud, cuyo sentido último es el aprendizaje y el compartir experiencias”, afirmó Daniel Berrocal, presidente de la SAC, durante la inauguración del encuentro, el pasado jueves.
Por su parte, Néstor Pérez Baliño, viceministro de Salud de la Nación, subrayó el desafío que implica para la Argentina cursar la transición epidemiológica desde las enfermedades transmisibles hasta las crónicas. Para cumplir con la meta de reducción del 25% de la mortalidad cardiovascular para el año 2025, dijo el funcionario, “el primer objetivo es contar con el conocimiento y el segundo, garantizar la accesibilidad a los medicamentos ambulatorios a 15 millones de compatriotas”. Pérez Baliño subrayó el rol fundamental de la SAC para cumplir el primer objetivo y anunció la creación del Instituto Nacional de Cardiología en el ámbito del Ministerio de Salud de la Nación.
La conferencia inaugural estuvo a cargo del farmacólogo y cardiólogo catalán Juan José Badimon. Director de la Unidad de Investigación en Aterotrombosis de la Escuela de Medicina Mount Sinai, en Nueva York, Badimon se refirió a lo conocido, lo nuevo y lo olvidado en materia de lípidos.
El reconocido profesor de Medicina subrayó que, si bien las estatinas tienen “un yin y un yang” constituido por sus beneficios y sus efectos adversos, las evidencias indican que las estatinas reducen entre 20 y 30% los eventos cardiovasculares, mientras que sus efectos adversos (intolerancia, disfunción hepática, problemas musculares y generación de diabetes en personas pre-diabéticas) no alcanzan al 3% de quienes las ingieren. “No se trata de poner estatinas en el agua corriente de las ciudades sino de indicarlas a las poblaciones adecuadas. Hay que contrarrestar la inercia del médico”, reclamó Badimon. Con todo, el experto recordó que las estatinas no eliminan el riesgo asociado al colesterol HDL bajo ni reducen los triglicéridos, por lo que son necesarias otras medidas para manejar estos lípidos.
Badimon rescató el valor del HDL y propuso rever los resultados negativos de ensayos con niacina y fibratos. “El HDL tiene un valor protector en la aterosclerosis”, subrayó. “Aunque no hemos encontrado la forma de elevarlo farmacológicamente para obtener resultados cardiovasculares efectivos, sabemos que el HDL bueno o funcional reduce los procesos inmuno-inflamatorios. Por lo tanto, la recomendación es subir el colesterol HDL y la mejor manera de hacerlo, por el momento, es con una dieta mediterránea”, señaló el especialista en lípidos.
Tras analizar el uso de ezetimibe en pacientes con hipercolesterolemia familiar y deslizar que podría ser útil también en otro tipo de pacientes, Badimon concluyó: “El 25×25 no se conseguirá con medicamentos sino con un estilo de vida saludable. Para enfrentar las epidemias de obesidad, síndrome metabólico y diabetes hay que evitar el sedentarismo desde la infancia, combatir el tabaquismo y promover una alimentación sana”.
Cierre de lujo
Sobre el síndrome de Takotsubo y otras afecciones cardíacas sin patología coronaria se desarrolló la conferencia de cierre del Congreso, a cargo del cardiólogo argentino Juan Carlos Kaski, profesor del Molecular and Clinical Sciences Research Institute en el Hospital St. George´s, University of London.
Kaski subrayó la importancia de revalorizar las ideas y desafiar los paradigmas en la Cardiología. “Estamos fascinados hace 25 años por la presentación clínica del Takotsubo, pero todavía no entendemos su mecanismo. Tenemos que ir más allá de la descripción del fenómeno e investigar el vínculo entre el cerebro y el corazón”, reclamó el prestigioso cardiólogo.
En este sentido, Kaski recordó las comorbilidades psicológicas de los pacientes con Takotsubo y subrayó el rol de la liberación masiva de catecolaminas y el atontamiento neurogénico del ventrículo izquierdo. Para el cardiólogo argentino, habría que dejar de considerar a este síndrome como una cardiomiopatía por estrés y empezar a verlo como un síndrome coronario agudo causado por disfunción microvascular y espasmo epicárdico multivaso, tal vez de origen simpático.
Mecanismos patofisiológicos propuestos para Takotsubo
Disfunción del ventrículo izquierdo por catecolaminas.
Atontamiento neurogénico del miocardio; neurotransmisión adrenérgica alterada.
Disfunción endotelial coronaria difusa.
Espasmo epicárdico de múltiples vasos.
Disfunción microvascular coronaria.
Sobreestimulación de receptores adrenérgicos β2 miocárdicos.
Obstrucción a la eyección del ventrículo izquierdo y desacople ventrículo-arterial.
Ruptura de placa en arteria descendente anterior, con infarto abortado por recanalización espontánea.
Fuente: Kaski et al. Circulation Journal. 2016
“Tenemos que abandonar el paradigma de que la placa explica todo”, insistió Kaski. “El Takotsubo y los infartos agudos de miocardio sin obstrucción coronaria (MINOCAs) desafían las interpretaciones convencionales”, enfatizó el investigador.
Los retos planteados a futuro continuaban resonando en la nutrida audiencia cuando la Buenos Aires Sinfónica y las reconocibles partituras de famosas películas pusieron un broche de oro al 42° Congreso Argentino de Cardiología. Un sol de justicia despejó la lluvia del sábado, y ya todo fue distensión.
Mujer y corazón
Entre las numerosas actividades conjuntas con sociedades regionales y mundiales como la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), el American College of Cardiology (ACC), la Sociedad Interamericana de Cardiología y la Sociedad Sudamericana de Cardiología, se destacó la mesa redonda sobre enfermedades cardiovasculares de la mujer.
Mary Norine Walsh, futura presidente del ACC, se refirió a las características diferentes de la insuficiencia cardíaca (IC) según los sexos y enfatizó que la hipertensión y la diabetes son los factores principales que conducen a las mujeres a la IC. Además, la cardióloga del St. Vincent Heart Center, en Indianápolis, reveló que las cifras de IC están bajando en los Estados Unidos gracias al tratamiento de la hipertensión, el uso de estatinas, la disminución del tabaquismo, la aplicación de las guías, la implementación de registros y los datos públicos sobre las prácticas cardiológicas realizadas a pacientes.
En cuanto a la situación en la Argentina, Lucía Kazelian, miembro del grupo “Corazón y Mujer” de la SAC y la FCA, recordó que las enfermedades cardiovasculares constituyen todavía la primera causa de mortalidad en las argentinas y subrayó que las mujeres que fuman tienen más riesgo de enfermedad coronaria que los hombres tabaquistas.
Además, Kazelian indicó que las mujeres diabéticas tienen una mortalidad cardiovascular mayor y una sobrevida después del infarto menor que las no diabéticas. En cuanto a los factores de riesgo específicos de la mujer, la cardióloga de la SAC subrayó la menopausia precoz (menor a 40 años), el uso de anticonceptivos orales (especialmente junto con el tabaquismo), el síndrome de ovario poliquístico, la trombofilia y las enfermedades autoinmunes (vasculitis).
Por su parte, Athena Poppas, profesora de la Brown University, en Estados Unidos, reveló los hallazgos ecocardiográficos que señalan cuáles son las mujeres embarazadas con mayor riesgo de mortalidad y cuáles no presentan riesgos elevados. Finalmente, Andrea Simeone, presidente de la Sociedad Uruguaya de Cardiología, comunicó un caso de Takotsubo en el que se observó en distintos estudios la disfunción transitoria del ventrículo izquierdo y las alteraciones eléctricas del corazón en una mujer relativamente joven, trastornos que se revirtieron a los tres meses.
Simeone destacó la mayor incidencia del síndrome de Takotsubo en mujeres posmenopáusicas; la importancia de ciertos factores de riesgo (hipertensión, tabaquismo, dislipidemia, diabetes); el rol del estrés físico o psíquico como desencadenante de la insuficiencia cardíaca aguda; y el ritmo circadiano que podrían presentar estos síndromes (más frecuentes en las horas de la mañana, en verano y los días lunes).