Semana de la Lucha contra la Muerte Súbita
Por los Dres. Francisco Toscano Quilon (Vocal) y Karina Alonso (Directora)
Consejo de Electrocardiografía, Electrofisiología, Arritmias y Marcapasos
La Sociedad Argentina de Cardiología adhiere a la Semana de la Lucha contra la Muerte Súbita, iniciativa de la Fundación Cardiológica Argentina, que se llevará a cabo entre el 20 y el 27 de agosto, con el propósito de generar conciencia en la comunidad acerca de la importancia de saber RCP y utilizar un DEA como herramienta imprescindible para la atención temprana de la muerte súbita extra-hospitalaria. La Semana de la Lucha contra la Muerte Súbita, ha sido declarada de Interés Nacional por parte de Presidencia de la Nación (Resolución 182 – E/2016).
Se considera muerte súbita (MS) la que ocurre de manera inesperada dentro de la primera hora desde el inicio de los síntomas, o si se produce en ausencia de testigos cuando el fallecido ha sido visto en buenas condiciones menos de 24 horas antes de hallarlo muerto.
Los mecanismos y causas involucradas son distintos según la situación clínica del paciente:
A: Isquemia aguda.
B: Fey deprimida.
C: IC avanzada.
La incidencia y la cantidad total de eventos varían según la población considerada. En los subgrupos con mayor patología, la incidencia es mayor pero el número absoluto de eventos es menor.
En caso de ser testigos de un episodio de muerte súbita de un adulto, la American Heart Association (AHA) recomienda poner en práctica una cadena de supervivencia. El primer eslabón es el reconocimiento del paro cardíaco y el llamado inmediato a un sistema de emergencias. Enseguida, se deben poner en práctica las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), poniendo énfasis en la compresión torácica mayor a 5 cm con una frecuencia de 100 a 120 cpm. El tercer paso es obtener un desfibrilador y aplicar descargas cada 2 minutos, chequeando el ritmo. El traslado en ambulancia con soporte vital hasta un centro hospitalario debe finalizar con cuidados integrales posparo cardíaco.
Los factores determinantes de mayor sobrevida son la presencia de testigos, la menor edad del paciente, el ritmo desfibrilable, la desfibrilación precoz y un tiempo breve de intervención.
La Ley 27.159, promulgada en 2015 pero aún no reglamentada en la Argentina, busca promover la concientización, el acceso e instrucción básica de la población a las maniobras de RCP básica y a la desfibrilación automática externa. En su artículo 11, establece que ninguna persona interviniente está sujeta a responsabilidad civil, penal, ni administrativa (ley del Buen Samaritano). La normativa propone desarrollar un sistema de estadísticas de MS a nivel nacional, registrar los DEA y definir la cantidad necesaria en el ámbito público y el privado.
Según el Registro SAME, entre el 1º de enero y el 31 de diciembre de 2012, se produjeron en la ciudad de Buenos Aires 252 paros cardiorrespiratorios pre-hospitalarios. La principal causa sospechada fue la cardíaca (67%). El 65% se produjo en varones y la edad media fue 61 ± 1.5 años.
La mayoría de estos paros se produjeron en el domicilio de los pacientes y el 77% fue no presenciado, o presenciado por público no entrenado. En el 23% de los casos, se realizaron compresiones torácicas por legos a la espera del personal de salud. El inicio de las compresiones torácicas fue de una media de 12 ± 1 minuto. El tiempo entre pérdida de conciencia y llegada del sistema tuvo una mediana de 21 ± 10 minutos.
El ritmo inicial más frecuente fue la asistolia (50%). El 9% de los pacientes recuperó el pulso durante las maniobras. El 56% de las víctimas recibió masaje cardíaco externo, durante media hora (± 10 minutos). En el 10% se utilizó desfibrilador (3.00 ± 1.50 descargas) y en el 20%, fármacos.
El 5 % (13) del total de los pacientes sobrevivió (29% de los ingresados). Fueron predictores de sobrevida: tratamiento precoz, realizar masaje cardíaco externo, desfibrilación (p 0.04) y ventilar al paciente.
Ante la situación actual, pensamos que es preciso establecer políticas que fomenten la realización de cursos de RCP básica en la población general; fomentar la formación del personal de seguridad y bomberos en técnicas de RCP básica y uso de DEA; reglamentar la colocación y la utilización de los DEA en espacios públicos (aeropuertos, estadios deportivos, colegios, hoteles);y utilizar las nuevas tecnologías para una más rápida y eficaz localización de los DEA (GPS, teléfono celular, redes sociales).
En las grandes ciudades, hay que establecer métodos de comunicación claros y rápidos entre el primer respondedor y los sistemas de emergencia. Por último, es necesario ubicar los sistemas de emergencia cerca de las grandes concentraciones de población.
Fuentes consultadas
Muerte Súbita. Antonio Bayès de Luna y Roberto Elosua. Rev Esp Card 2012; 65(11): 1039-1052.
2015 American Heart Association Guidelines for CPR & ECC
SAME. Análisis de la atención del paro cardio-respiratorio prehospitalario asistido por un sistema de emergencias en la ciudad autónoma de buenos aires (basado en el estilo Utstein). Gabriel Orlando y col. 2012