Sustituir la sal de mesa: un colega latinoamericano rompe los esquemas en la “hot line session” del congreso ESC 2019
Estudio: Launching a salt substitute to reduce blood pressure at the population level: a cluster randomized stepped wedge trial in Peru. Antonio Bernabe-Ortiz, Francisco Diez-Canseco, Robert H Gilman, María K Cárdenas , Katherine A Sacksteder and J Jaime Miranda
En el 3er día del congreso europeo de cardiología que se está llevando a cabo en Paris un cardiólogo oriundo de Tumbes, Perú, un pueblo de 200000 habitantes en la frontera con Ecuador presentó uno de los trabajos más aplaudidos de la jornada por el público presente.
Con el objetivo de evaluar la eficacia sobre la reducción de la presión arterial de una estrategia pragmática de sustitución de la sal de mesa por un equivalente bajo en sodio y con mayor componente de potasio y a su vez evaluar el impacto sobre la incidencia de hipertensión arterial en la población diseñaron y llevaron a cabo este estudio apoyado y subvencionado por la NHLBI-NIH.
Enrolaron 2376 personas mayores de 18 años, de 6 poblaciones semi-rurales (91.2% de la población), excluyendo aquellos con enfermedad renal, insuficiencia cardíaca o tratamiento con digoxina. Fabricaron una sal con un componente 75% NaCl y 25% KCl (para evitar cambiarle el gusto) y la distribuyeron de forma gratuita a cambio de la sal 100% NaCl, durante los años 2014 y 2017.
Se estableció como puntos finales primarios: la presión arterial sistólica y diastólica y puntos finales secundarios: la incidencia de HTA y los cambios en la excreción de Na⁺ y K⁺ urinarios.
Resultados: el 27% de la población era menor a 30 años, un 43% tenía sobrepeso y el 25% obesidad, el 18% era hipertenso y la presión arterial media antes de empezar la intervención era de 113/72 mmHg (±17/10). Al final del seguimiento se observó una reducción de la presión arterial sistólica de 1.23 mmHg [95% CI -0.38; -2.07], p = 0.004 y de la PAD de 0.72 mm Hg [95% CI -0.10; -1.34], p = 0.022. La probabilidad acumulada de desarrollar hipertensión fue significativamente inferior en el grupo intervención con un HR de 0.45 (IC 95% 0.66 – 0.31), p= 0.001.
Los resultados fueron contundentes, la reducción en el consumo de NaCl fue claramente beneficiosa para toda la población expuesta, fueran o no hipertensos. Queda ahora el desafío de demostrar una adherencia a esta nueva conducta a lo largo del tiempo y de ampliar la estrategia al resto del país y por qué no al resto de latinoamérica.
Por la Dra. María Sol Andrés para SAC Joven.