La onda L mitral puede encontrarse en la mesodiástole del flujo mitral. Puede evidenciarse mediante el Doppler pulsado, el Doppler tisular o el modo M sobre la válvula. Representa la continuación del pasaje de sangre desde las venas pulmonares a la aurícula izquierda luego de la fase de llenado rápido. Su presencia se atribuye a la combinación de varios factores: presiones de llenado elevadas, alteración en la relajación ventricular y baja frecuencia cardíaca. Si bien muchas veces pasa desapercibida y no se menciona su presencia en el informe ecocardiográfico, es importante tenerla en cuenta dado su valor diagnóstico y pronóstico.
En pacientes con disfunción sistólica, la onda L está asociada a la presencia de insuficiencia cardíaca (IC) clínica al momento del estudio y/o al aumento del riesgo de internaciones por IC en el futuro. En pacientes con hipertrofia ventricular y fracción de eyección preservada, su presencia se asocia a aumento de las presiones de llenado (disfunción diastólica) y también a mayor riesgo de internaciones por IC.
Bibliografía
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